Construir un mundo más justo y saludable.
Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud, bajo el lema ‘Construir un mundo más justo y saludable’; una jornada en la que la Organización Mundial de la Salud nos invita a reflexionar sobre la desigualdad en el mundo, puesta de relieve en esta crisis sanitaria.
Nuestro mundo es desigual.
Como ha puesto de manifiesto la COVID-19, algunas personas pueden llevar una vida más sana y tener mejor acceso a los servicios de salud que otras, debido enteramente a las condiciones en las que nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen.
La COVID-19 ha golpeado duramente a todos los países, pero su impacto ha sido más acusado en las comunidades que ya eran vulnerables, que están más expuestas a la enfermedad, que tienen menos probabilidades de acceder a servicios de salud de calidad y que tienen más probabilidades de sufrir consecuencias adversas como resultado de las medidas aplicadas para contener la pandemia.
Esto no solo es injusto: es evitable. Por eso es necesario que todas las personas tengan unas condiciones de vida y de trabajo que favorezcan la buena salud. Al mismo tiempo, debemos trabajar para evitar las desigualdades en materia de salud y garantizar que todas las personas puedan acceder a servicios de salud de calidad cuando y donde los necesiten. Cumpliendo además con el ODS 3 de la Agenda 2030, garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades.